lunes, 11 de junio de 2012

Sería maravilloso que todos podamos despertar a ese niño interior que llevamos El niño de la alegría, de la carcajada espontánea, de la caricia sentida... Ese niño que no está muerto sólo está dormido y necesita que nosotros hagamos algo para que su sueño no sea un sueño eterno Volvamos a ese momento tan hermoso de nuestra infancia, no importa si allí fuimos felices, tuvimos miedo, estuvimos solos, el niño siempre tuvo en su interior esa luz y esa sonrisa capaces de recibir amor y darlo...  despertemos a nuestro niño interior, vivamos como él nos enseñó, disfrutemos de la vida y no pensemos en el pasado una y otra vez...  Ese niño no lo hace, sólo siente, ama y sueña sin mirar atras sin pensar si disgustará a alguien con su manera de vivir, sin reparar en si daña o acaricia, sólo vive y se entrega a la vida porque para él la vida es hoy este presente

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